Así como la exploración del espacio ha estado desde siempre y en todo momento en los sueños de los progenitores de la astronáutica, tal como en sus continuadores, sin excluir ninguna de las agencias y naciones comprometidas en los distintos programas, tal como en la psique de los escritores de ciencia ficción, la ocasional colonización del espacio, sea en términos del espacio orbital terrestre como el del espacio profundo, vale decir, la colonización de los cuerpos celestes que conforman el Sistema Solar, y, por qué razón no decirlo, de la Galaxia si fuera posible.

El motivo de este deseo humano obedece, sencillamente, a la necesidad de la especie de habilitar nuevos hábitats que favorezcan su desarrollo; el espacio no puede ser la salvedad.

Escritores como I. Asimov, Carl Sagan y otros han postulado que la expansión y colonización espacial es el medio que evitará el estancamiento y retroceso de la especie humana, tal como su destrucción casual o bien, peor todavía, su autodestrucción.

En lo inmediato, la colonización del espacio ha reportado grandes dividendos tecnológicos, en concepto de investigación, desarrollo de nueva tecnología espacial y productos derivados que son utilizados de forma masiva por la población humana.

Una limitante que pesa en la opinión pública, a forma de mito, son los costos económicos "prohibitivos" que supondría la exploración y colonización del espacio, pese a que en la práctica y a más largo plazo la actividad astronáutica rinde sobradamente cada dólar, euro o bien rublo invertida en ella.

Al lado de lo precedente, las acciones tendientes a la exploración y la ocupación progresiva del espacio próximo por los diferentes entes que participan o bien participaron en esta aventura han estado dictadas por múltiples intereses, intereses que no son excluyentes de por si: de prestigio político y también intereses militares, por satisfacer ciertas demandas tecnológicas de algún ámbito de la industria, por necesidades comunicacionales, climáticas y geográficas, por el conocimiento científico puro, etcétera